Yin Yang

Ayer os dejaba una imagen en mis redes sociales en las que os preguntaba qué elegíais, una chica dura o una chica dulce.

Blanco o negro, el yin y el yang, ¿por qué tenemos que elegir?.

Dos polos opuestos no sólo pueden complementarse sino que además se necesitan y se equilibran mutuamente y uno de los casos más claros es precisamente el de las bailarinas de ballet.

Aparentemente son dulces, etéreas, frágiles, pero detrás de esta belleza hay rutinas agotadoras y dolores físicos que pocas personas son capaces de soportar, son extremadamente fuertes. Todo lo que hacen es antinatural pero la belleza que emanan es incomparable.

Por eso pienso que es necesario moverse en ambos extremos en algunas ocasiones y buscar el equilibrio para poder llegar a una estabilidad que nunca será permanente…

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Cazadora: Zara (similar AQUÍ)

Tutú: El Armario de Judith

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