¡Menudo fin de semana!. Ahora necesito otro para descansar de este… No es extraño que llene mis días con mil cosas pero esta vez me he superado a mí misma, aunque esta vez con una causa justificada, el viernes fue mi cumpleaños.

A pesar de que desde hace bastantes años era un día que no me gustaba, este año ha sido especial. He vuelto a disfrutarlo como cuando era pequeña y todo gracias a ellos, a mi familia.

Voy a hacer una excepción y no voy a hablar ni de danza ni de moda (aunque podéis imaginaros los regalos que he recibido a qué hacen referencia…), hoy sólo quiero agradecer a mi familia los días tan especiales que me han hecho pasar. Ha habido de todo, naturaleza, comida, conversación, canciones, trabajo, bromas, deporte, baile… pero lo más importante es que todo ha sido compartido con ellos y desde luego no sería memorable si no hubiera sido así.

No puedo estar más orgullosa de ellos, de formar parte de algo tan grande, fuerte y maravilloso y a pesar de las circunstancias y de que cada uno crecemos en direcciones diferentes, las raíces siguen siendo las mismas y se que pase lo que pase siempre me sentiré segura y amada a su lado.

Y como leí una vez no se dónde, «Lo más valioso no es lo que tienes sino a quien tienes en tu vida».