Normalmente nos resulta más fácil trabajar con un lado del cuerpo que con el otro.
Pero ya no sólo a nivel físico. También existen dentro de nosotros nuestras fortalezas y debilidades, nuestras luces y nuestras sombras…
Sigamos trabajando en esos aspectos positivos que poseemos para potenciarlos pero esforcémonos en esas partes más incómodas para conseguir transformarlas.
Quizá ahí resida tu potencial.