¡Que levante la mano quien no haya cometido algún exceso estas vacaciones de Semana Santa!
En mi caso no sólo ha sido uno, han sido varios (como pudisteis ver este lunes en «Ups, creo que no he cumplido mis promesas…») y mi cuerpo me lo ha estado recordando continuamente en lo que llevamos de semana así que ya me he puesto manos a la obra y he comenzado con mi propio plan detox. Ya he empezado a notar resultados así que quizá os interese saber qué es lo que estoy haciendo para «limpiarme» y adaptar a vuestro estilo de vida alguna de las pautas del mío.
Para empezar, importantísimo para mí respetar los horarios que pautan la agenda del día. Me levanto a las 7 de la mañana y me acuesto aproximadamente a las 12 de la noche, necesito un mínimo de 7 horas de sueño para rendir plenamente al día siguiente, tengo comprobado que de otra manera arrastro el sueño durante toda la jornada.
Antes de ir a trabajar y desde hace muchos años, por costumbre, me acerco a la piscina cubierta no para hacer ejercicio (suficiente tengo con las horas de danza de la tarde) sino para masajear los músculos de mi cuerpo que todavía se encuentran en tensión de las clases del día anterior y es una buena manera de comenzar despierta y alerta ante todas las posibles sorpresas que se presenten.
Seguidamente comienza mi jornada laboral a la que debo acudir bastante arreglada ya que mi trabajo se desarrolla principalmente de cara al público y comercializo moda, pero durante estos días y para intentar recuperar mis pies me he «autoprohibido» los tacones, así que aunque no voy a cambiar mi estilo sí que los zapatos planos están sustituyendo a los stilettos (por el momento…).
Llega la hora del almuerzo, llega la hora de hablar de la alimentación… ¡se acabaron los excesos!. He vuelto a mi alimentación habitual, de la que os hablé en la alimentación de las bailarinas. Vuelvo a mis 5 comidas ligeras diarias y se acabaron los dulces, el alcohol y ojalá pudiera deciros también que he dicho adiós al tabaco pero sería mentiros, aunque sí lo he reducido considerablemente.
Y llega la parte que más me ha gustado y menos me ha costado retomar, mis clases de danza. De acueeeeerdo, no he parado de bailar en las vacaciones y además he disfrutado muchísimo porque me he dejado llevar pero me he acordado taaaanto de mis profesoras, de mis compañeros y aunque parezca mentira de la disciplina y la dureza que requiere la danza. ¿Qué voy a hacerle? ¡¡me va la caña!!.
Bomber azul: Stradivarius
Calzado: Gecona calzados
Si os apetece podéis dar un vistazo a mi tienda para ver las prendas con las que he aparecido en este post.
