¡¡Mi bolso es un caos!!

Hola chicas!! Antes de nada quería agradeceros a tod@s vuestros comentarios tanto en mi página web, como en Facebook e Instagram. No podéis imaginar lo que me ayudan vuestras opiniones para seguir trabajando con mucha fuerza y para mejorar para que mi blog os guste todavía más. Millones de gracias.

Hoy quiero que me conozcáis un poquito más y ¿qué mejor manera de conocer a una mujer por su bolso?.

Para mí existen tres elementos en una mujer que definen su personalidad y su forma de ser y son sus manos, los zapatos que suele ponerse y los bolsos que utiliza para sus outfits.

Mostraros lo que llevo en mi bolso personal, probablemente sería «desnudarme» demasiado ante vosotr@s (quizá algún día lo haga…) pero sí me atrevo a enseñaros mi bolso de danza y todo lo que solemos llevar en él las bailarinas y de esta manera podáis conocer un poquito más nuestro mundo.

Y tengo que deciros la verdad, ¡mi bolso es un caos!, es un saco en el que todo va dentro y todo cabe (por eso es enoooorme) y dentro de toda esa descolocación yo encuentro siempre lo que busco y creo que si estuviera de otra manera organizado, sí que estaría perdida.

Para comenzar, importantísimo, el neceser. Aquí además de los objetos de higiene personal (champú, desodorante, gel de ducha, cepillo de pelo…) algo que nunca, nunca, nunca, debemos olvidar son las horquillas para hacernos el moño de bailarina y esa «cosa» redondita es la rejilla que nos ponemos en el moño para que no se nos escapen los pelitos.

Por supuesto el mallot y las medias, nuestra ropa de trabajo. Son prendas ajustaditas no sólo para permitir enseñar nuestro cuerpo a la profesora y nos haga sus correcciones, sino también para que nosotras mismas podamos vernos perfectamente delante del espejo y realizar con mayor precisión los movimientos. Al principio de la clase, durante el calentamiento, solemos ponernos ropa de abrigo (buzos, chaquetas, chales, botas o calcetines por encima de las zapatillas) para calentar el músculo y evitar lesiones, pero enseguida empezamos a quitarnos capas porque normalmete entramos en calor con los primeros ejercicios de suelo.

Zapatillas de media punta y puntas de ballet. Yo aquí soy bastante maniática… En la foto sólo os enseño dos medias puntas y una punta de ballet, pero realmente suelo llevar en el bolso tres medias puntas y dos puntas. En el caso de las zapatillas es porque no todos los días mis pies están igual (depende de las horas de trabajo que haya estado de pie, si hace frío o más calor…) y aunque parezcan iguales (a excepción del color que también dependerá ponerme unas u otras según sean las medias) todas son diferentes, unas más anchas, otras más blandas… Y en el caso de las puntas de ballet, unas son las «viejas, usadas» con las que te encuentras más cómoda y otras son las que se utilizarán en los espectáculos que deben tener más presencia (más nuevas o menos usadas) pero que tienen que estar adaptadas a tu pie y por ello de vez en cuando hay que ensayar con ellas. En la foto se ven como dos medias lunas de silicona que son los protectores que la mayoría de nosotras solemos ponernos en los dedos de los pies para amortiguar un poco el peso de nuestro cuerpo sobre las puntas.

Y para terminar, el botellín de agua, porque pasamos muchas horas ensayando y necesitamos estar hidratadas continuamente; el cuaderno para realizar nuestras anotaciones y los elásticos para hacer los estiramientos.

Ya que vacié el bolso para enseñaros lo que llevo quise aprovechar para hacer un poco de limpieza y ¿sabéis lo único que quité?, ¡una bolsa vacía de frutos secos!, si es que con el por si acaso,por si acaso…