La Escuela de Baile Lebal invitó este pasado sábado a cualquier persona que le interesara asistir a una Masterclass gratuita de Lindy Hop impartida por Idoia Ferrer y Maien Boix. Además organizó un evento musical y de danza (Ballroom Swing) en el Centro Comercial La Morea de Pamplona que giró en torno a este estilo de baile. Y por la noche se celebró una cena con su baile posterior como colofón a esta jornada.

¿Sabéis quién se apuntó a todas estas actividades relacionadas con la danza verdad?. ¡Habéis acertado!.

Siempre me ha llamado la atención el swing y ahora era el momento de probarlo.

Lo primero que tengo que decir es que la Escuela de Baile Lebal me sorprendió muy gratamente. Son como una gran familia con más de 17 años de vida. Innovan y ofrecen nuevos ritmos y estilos de baile con el fin de adaptarse a los nuevos tiempos y todo ello con un servicio de calidad. Ponen ritmo a la vida de cualquier persona que asista a sus clases.

Además tuve el inmenso placer de conocer y hablar dilatadamente con su gerente, Paqui, quien recibió de la mano de AMEDNA el Premio Empresaria Navarra 2015. No sólo me demostró su valía como mujer empresaria y profesional sino que me enseñó que tanto en la danza como en la vida el elemento primordial para conseguir tus sueños es la pasión y ella rebosa pasión en todo lo que hace. Gracias Paqui, un verdadero privilegio haberte conocido.

Y ahora sí, hablemos de swing…

El Lindy Hope es sin duda una tendencia en el mundo de la danza que está cada vez más extendida.

Es un baile de música swing, se realiza en pareja y normalmente con un compás de 8 tiempos. Es la primera variante del baile del swing.

Nació en New York a mediados de los años 20 de la mano de bailarines afroamericanos que empezaron a incorporar posiciones abiertas al baile, complementando los pasos tradicionales que son los pasos básicos del estilo charleston entre otros.

Se baila tomándose la pareja de una mano, mientras se dan pequeños pasos rápidos, casi como saltando rítmicamente, en forma alterna con cada pie, se suelta secuencialmente una mano para tomar la otra, mientras se hacen giros. Es una baile muy enérgico y acrobático.

El estilo del vestuario del swing también es perfectamente trasladable a la imagen diaria teniendo en cuenta que vivimos en el s.XXI y hay que actualizarlo.

La vestimenta más habitual es o bien vestidos ligeros sin demasiados complementos o bien faldas de vuelo a la altura de la rodilla o más largas (midi) combinadas con camisas de aire vintage.

El calzado en Lindy Hope debe deslizar bien, ya que se baila «contra el suelo»,es decir, siempre en fricción con el suelo. Las zapatillas de lona y cordones son ideales para este tipo de baile, ligeras, mantienen el pie sujeto y son hiper cómodas.

Yo en concreto, para este día intenso y especial me puse este vestido de Kling de cuadros escoceses en azul marino y granate de estilo retro y a la vez muy dulce y cambié las zapatillas de lona por unas bailarinas también muy ligeras y cómodas pero con algo más de suela porque el sábado en Pamplona nevaba…

¡Cuidado que bailar Lindy Hope puede ser adictivo!. Yo sólo lo he probado una vez y me ha atrapado. Me ha atraído su música alegre, sus posiciones de baile, su buen rollo y hasta el look.

No sólo es un baile, es una terapia y si no existiera habría que inventarlo.

Quiero recordaros que podéis adquirir las prendas que luzco en los post en mi tienda.

Vestido: Kling